Nombre: Kenai. No conoce su apellido, tampoco le interesa hacerlo.
Raza: Licántropo.
Edad: En edad humana, aparenta unos 19 años. En edad licántropa, unos 300 o más.
Sexo: Masculino, qué más sino.
Condición sexual: Completamente heterosexual, aunque le gusta bromear con ser homosexual por momentos.
Descripción: Tiene ojos rojizos oscuros. Piel tostada y cabello lacio negro. Tiene una altura levemente promedio, de 1,70 a 1,80. No sabe su altura exacta. Su vestidura se mantiene en ropas un tanto punk, demostrando su estado rebelde. De voz gruesa.
Habilidad especial: Fuera de convertirse en lobo (que es uno de los poderes más conocidos en los de su raza), sabe controlar armas tales como espaldas y cuchillos, pero prefiere pelear mano a mano.
Marcas: En su espalda, tiene el tatuaje de dos alas. Una en cada homóplato correspondiente. La derecha es de color blanco y la izquierda de color negro.
Gustos: Como a todo licántropo, le gusta la Luna. Prefiere los lugares oscuros y completamente al aire libre. Le gusta escuchar música y vaguear por los alrededores convertido en lobo.
Carácter: Pese a que todos piensan que los licántropos deben ser como lindos perritos, Kenai es todo lo contrario. Arisco, malhumorado, algo gruñón. Busca peleas con todos. Totalmente rebelde. Le gusta la idea de ser sádico e infringir daño, aunque intenta contenerse, porque termina convirtiendose en lobo e hiriendo al ser que tenga enfrente.
Historia: Fue abandonado por su familia cuando era solo un bebé, por lo que una familia adoptiva humana lo crió. Todo fue completa felicidad, hasta que llegó a la tormentosa edad de los 12 años. Comenzó a transformarse en lobo y su padre adoptivo comenzó a castigarlo, a infringirle golpes y latigazos a causa de pensar que era un monstruo. Su madre adoptiva terminó temiendole y nada volvió a ser lo mismo. Un día, luego de los multiples castigos de su padre, su instinto salió a luz y terminó matándolo, al igual que a su madre. Terminó huyendo hacia los rincones oscuros del mundo, valiendose por si mismo. Allí conoció a su amiga, Naisha, quien le ayudó mucho durante el tiempo de su niñez-adolescencia, terminando por ser como hermanos. Luego de un tiempo, ella se marchó y él siguió valiendose de si mismo. Al enterarse del exterminio humano, decidió volver al mundo, buscando un nuevo lugar donde vivir. Encontrando el Castillo.
Imágenes:
En su forma lobo