-Geeeenial, -bufó desesperada, y con sarcasmo.- Ahora no sé donde estoy...
Los pasillos parecían intrincados laberintos, y cada vez que daba vuelta en un lugar, parecía que solo andaba en círculos...
Escuchó un maullido a la distancia. Parpadeó. Un gato. Hace tanto que no veía uno...
Le recordaba al que había destrozado, de pequeña...
Sacudió ligeramente la cabeza, y continuó su camino, con curiosidad.