Luego de un día aburrido, había decidido vagar por el puente en los alrededores del castillo. La noche estaba completamente a oscuras y en silencio. Unicamente el sonido de búhos y aullidos de lobos llegaban a sus oídos. Sonrió. Quizás la atacaría un lobo por la espalda. Podría ser divertido. Bufó, sabiendo que nunca pasaría.
De un salto, se subió a la baranda del puente, meciendose de un lado a otro. Abría sus brazos, en un falso intento de equilibrio. En realidad sabía que si caía, no se molestaría en intentar salvarse. Rió levemente ante la idea de su autodestrucción. Le gustaba. Añoraba sentirla.
Carcajeó, dando pequeños saltitos. Quizás muchos intentarían evitarlo. quizás a muchos le importaria. Se detuvo un momento de su juego, mirando al río pasar bajo el puente. Su mente vagaba intentando descubrir quien se preocuparía y quién no.