Luego de la laguna.

Abrió la puerta del baño dentro de la sección de mujeres. Asgorath caminaba detrás de ella. Al entrar, tomó un par de toallas, y luego comenzó a caminar hacia los cuartos de duchas. Se desnudó frente a uno, mirando a Asgorath, que parecía absorto. Le sonrió levemente al acabar de quitarse las botas, para entrar en el cubículo de las duchas, cerrando la puerta de vidrio. Carcajeó al cerrarla con tranca.

Verla desnudarse lo impresionaba, tenía un cuerpo realmente hermoso. Se estaba quitando la ropa cuando escuchó la risa de Naisha y un sonido que parecía el de una traba. Abrió los ojos sorprendido.

- ¿No piensas dejarme entrar? - dijo ríendo en voz baja, con un tono un poco desesperado

Abrió la ducha, dejando salir el agua caliente. A causa de la puerta de vidrio podía verse la silueta de ella bañandose. Carcajeando aún, comenzó a enjabonarse el cuerpo y a mojarse el cabello.

Por suerte, había un espacio por encima de la puerta de vidrio por el que podía pasar. Saltó y cayó sigilosamente del otro lado de la bañera.

Aún bajo la ducha, lo miró por sobre su hombro. Luego volvió la vista al agua y siguió limpiandose.

Se acercó suavemente a su espalda. Tomó el jabón y comenzó a pasarlo suavemente por el cuerpo de Naisha mientras la abrazaba.

Se dejó enjabonar, riendo levemente.

- Esto tendrá estragos en ti, ¿o no?

Formó una sonrisa con sus labios.

- ¿Estragos? - dijo con un tono de sorpresa un tanto fingido

Arqueó una ceja, carcajeando levemente. Le quitó el jabón de las manos, comenzando a enjabonarse las piernas, como esculpiendolas.

Tomó otro jabón y comenzó a refregarle la espalda. Luego la dio vuelta para mirarla de frente y enjabonarle los brazos y el pecho. Al hacerlo apretó un poco uno de ellos.

Jadeó levemente al sentir que apretaba un poco su pecho. Luego comenzó a enjabonarle el pecho a él y sus brazos... bajando de a poco, lentamente, su mano enjabonada.

Le encantaba sentir las manos de Naisha por todo su cuerpo, sin darse cuenta ya se estaba excitando.

Rió levemente, tomando su miembro, comenzando a hacer un pequeño y leve moviento de subida y bajada.

- ¿No que no haría estragos?

- No lo considero como estragos.. - dijo con la voz un poco agitada

Ya estaba bastante excitado, tomaba el cabello de Naisha con sus manos.

Sonrió, para luego apegarse a él. Comenzó a besarle el cuello, bajando hasta sus hombros. Luego hasta su pecho y de allí, a su abdómen. Siguió bajando, quedando frente a su miembro. Sonrió, mirandolo a los ojos. La luego comenzar a lamer la punta de su miembro.

Al sentir cómo lo lamía, soltó de repente un jadeo. La sensación era muy agradable, le causaba un cosquilleo placentero por todo el cuerpo. Le provocaba ansiedad y lo excitaba muchísimo.

Lo sintió jadear y sonrió. Continuó lamiendo, como si de un gatito se tratara. Acariciaba la parte baja de su abdómen. Lo miró a los ojos, relamiendose los labios y mordiendoselos, para luego lamer y morder la punta de su miembro.

Era inexplicable el placer que le daba que le lamiera la punta...y al mismo tiempo sus ansias crecían. Quería sentirla más. Mientras sostenía sus cabellos, los tiró un poco al aguantarse un gemido.

Al sentir que le tiraba levemente del cabello, maulló. Luego lo metió en boca, comenzando un vaivén de subida y bajada lento.

Al sentir todo su miembro dentro de la boca de Naisha se volvió loco. Le encantaba esta sensación, le daba un placer inimaginable. Sentía como su miembro se estremecía al sentir sus labios y su lengua, soltando un gemido más fuerte.

Continuaba con el vaivén, sintiendo los gemidos de fondo. Lo quitó de su boca, carcajeando un poco. Lo tomó con su mano, lamiendolo un poco. Se sentía cálido y suave. Jadeó, arañandole despacio la parte baja del abdómen.

Su excitación lo desquiciaba. Gemía agitado, sus uñas le provocaban aún más. Tiraba más fuerte del cabello de Naisha, sintió que se iba hacia atrás por lo que reposó su espalda contra la pared de la ducha.

Lo miró, sonriendo de medio lado. Comenzó a besar y lamerle la parte baja del abdómen, para luego ponerse de pie y mirarlo fijamente a los ojos. Se acercó y le lamió el cuello, luego la garganta, el mentón y por último los labios.

- ¿Mareado...?

Lamió sus labios cuando ella lo hizo.

- Un poco.. - le dijo con una sonrisa y los ojos entrecerrados.

Estando reposado contra la pared, puso sus manos en la cola de Naisha, apretando un poco, y la acercó hacia si. Empezó a besarla bajo la lluvia de la ducha.

Al sentir que la acercaba contra él, se apegó lo más posible. Sentía hervir su sangre, su piel completamente caliente. Siguió besandolo con pasión, profundizando cada vez más. Gimiendo entre el beso.