Luego de la cascada.

Luego de la cascada, intentaba mantener el paso por los alrededores con Asgorath siguiendola. Podía sentir bajo sus almohadillas los fríos azulejos del suelo. Y sus pequeñas garras chasquear contra ellos. Movía su cola de un lado a otro, caminando con agilidad y gracia. Como todo felino.
Se detuvo momentaneamente, maullando. Miró por sobre su hombro al ver que Asgorath seguía detrás de ella. Se colocó delante de una de las puertas que daban al patio del castillo. Se escurrió por el costado de ésta, ya que estaba entreabierta.
Nuevamente el césped bajo sus garras. Ronroneó. La sensación de libertad era increible. Dando pequeños y cortos pasos, llegó a uno de los árboles cercanos a ella. Clavando sus uñas en la corteza e impulsandosé, subió a éste, sentandose en una de las ramas. Observó hacia abajo, maullando. Asgorath seguía allí.

Lo siguió hasta llegar aleatoriamente al patio, aparecieron allí repentinamente. No sabía cómo habían llegado.

- ¿Dónde estoy? - ni él recordaba los lugares de su propio castillo

El gato subió al árbol, se sentó a mirarlo, como jugueteaba, se acicalaba. Le maullaba transmitiéndole algo, pero no sabía qué.

Jugueteaba un poco con su cola, viendo a Asgorath al mismo tiempo. Lo veía ansioso. Como intentando descifrar sus mensajes. Aunque sabía que no lo lograría. Rió interiormente, comenzando a asicalarse. Quizás debería desistir de su idea. Hacía horas vagaba en su transformación de gato. Y ya había visto las cosas desde otro ángulo. Rascó un poco su oreja derecha, para recitar interiormente el hechizo de dispersión mágica que Asgorath había usado anteriormente. En un parpadeo, no quedaba ni un solo rastro del felino de pelaje negro, sino que se podía ver a Naisha humana sentada sobre la rama en que anteriormente estaba el gato. Sonrió hacia Asgorath, con las mejillas levemente sonrojadas.

Asgorath hizo un gesto de satisfacción, sus instintos no estaban tan mal después de todo. Se acercó al árbol, admirando el poder de transformación de Naisha.

- Así que eras tú..lo sospechaba.. - soltó una risa

Chasqueó la lengua, desviando la vista de él hacia la copa del árbol. Era claro que lo sospechaba. Multiples intentos había hecho para descubrir si era ella o no. Pero ella, inteligentemente, no se dejaba descubrir. Dio una pequeña risa, poniendose de pie en la rama, comenzando a trapar sobre otras. Era un gesto infantil, pero le fascinaba subirse a los árboles o escalar lugares altos y ver el paisaje que se brindaba. Se sonrojó un poco ante el pensamiento de que... estaba de vestido. Y Asgorath, desde su posición, seguramente podría ver todo. Bufó. De todas formas ya había visto todo antes, no debía darle tanta importancia. Siguió trepando, sin mirar ni un segundo hacia abajo.

Miró hacia arriba, contemplando como escalaba...a pesar de que podía ver sus ropas, se concentraba más en...ver su alegría al subir el árbol, se notaba contenta, libre de preocupaciones. Comenzó a subir para acompañarla. No le costó mucho llegar a la primera rama, se clavó una astilla en la mano...se quejó.

Pudo sentir a Asgorath comenzar a trepar detrás de ella. Pudo oírlo dar un pequeño quejido, por lo que frenó en seco. Miró hacia abajo, sintiendo que se mareaba un poco, pero descendió un par de ramas hasta llegar a Asgorath. Sin decir ni una palabra, le tomó la mano y quitó la astilla con cuidado. Acercó la mano a su boca y la lamió, intentando que dejara de dolerle.

El dolor se fue instantáneamente cuando ella chupó su mano...y le provocó un cosquilleo extraño...de los nervios no pudo evitar sonrojarse y soltar una pequeña risa.

Al notar que dejó de dolerle, le sonrió y se separó de él, volviendo a subrir. Las ramas estaban un poco altas para su altura, por lo que daba un pequeño salto para alcanzarlas. Estaba por la mitad de la copa del árbol. Podía sentir el chillido de las aves cerca de ella. Y el viento entre las hojas. Sonrió, mirando momentaneamente hacia abajo, volviendo la vista hacia arriba luego, para volver a trepar.

Su sonrisa lo inspiraba a seguir adelante. Tocó el árbol, sintiendo como las fuerzas naturales recorrían en él. Aunque no estaban ya a su favor, podía verlas, podía comunicarse con la naturaleza. Las hojas bailaban al son del viento y canto de las aves. Llegó junto a Naisha, la tomó por la cintura y la subió hasta la copa.

Al sentir que la tomaba de la cintura, carcajeó levemente, dejando que la subiera. Quizás comodidad. Quizás sentirse más apegada a él. O ambas cosas. Al llegar a la copa, carcajeó, abrazandolo por el cuello y dándole un beso en los labios. Se separó unos segundos, para mirarlo fijamente a los ojos. Le sonrió, besándole las mejillas. La frente. La punta de la nariz. Y nuevamente los labios.

- Ego amo te

- Naisha, inye melmet...como no te imaginas... - pronunció que la amaba, en su idioma natal.

Los elfos tenían el don de lenguas, que les permitía entender cualquier idioma claramente. Miró hacia el alba...los pájaros, insectos, todas las formas de vida que se desplazaban en paz y armonía. Y al estar con ella...abrazándola...estaba seguro, estaba mejor que en ningún otro lado. Lo invadía un sentimiento en el que deseaba que el tiempo se detuviese, y eso fuera el tiempo, ese momento fuera todo, ese lugar, esa sensación de amor, fuera siempre así. Que durara por siempre, no llegara otro acontecimiento como el que aniquiló a los humanos para acabar también con ellos, ni otra pelea de otro sujeto en el castillo, ni nada...ese momento reflejaba todo su estatus completo, cómo su espíritu alcanzaba la plenitud.

Se escucho un sonido triste en el aire, era un violin, al parecer alguien estaba interprentando una melancolica melodia, el sonido se hacia cada vez mas fuerte, a lo lejos se divisaba un neko tocando con el violin, su manera de tocar era muy bella pero en el fondo se podia escuchar el dolor de su corazon

Aún abazada a Asgorath, pudo oír la suave y melancólica melodía que un par de veces antes había oído. Suspiró, cerrando los ojos y tarareándola levemente. Se abazó más a Asgorath, sin saber realmente la razón. Quizás porque la melodía le llamaba a eso. Quizás porque simplemente había deseado hacerlo. Su piel se erizó levemente a causa de la emoción que sentía. Dejó escapar otro suspiro.

Comenzó a oír un extraño sonido...que le traía recuerdos de las cosas más lastimosas que había vivido...se apretó contra Naisha...ella era la única que le hacía olvidar todo lo malo...era su cura contra todo mal. Miraba hacia el horizonte y sentía que el por venir ya estaba a su lado.

Suspiró. Aún oyendo la melancólica pero bella melodía. Le traía recuerdos dolorosos. Pero al mismo tiempo, era como una ayuda para apreciar lo bueno que había conseguido. Como Asgorath. Sonrió, acercándose a él y besándole la mejilla.

El sonido se volvía distinto con el beso de Naisha...era como si declarara su victoria sobre la canción, sobre su pasado. Se sentía vencedor y completamente lleno. La miró a los ojos y la besó en los labios, sonriendo.

- Eres todo... -

Le sonrió, besándole la comisura del labio. Luego tomó su mano y besó la palma de ésta, y luego la yema de sus dedos.

- Vide Cor Meum -carcajeó levemente, mirandolo a los ojos- Amorea mortuus sum!

Soltó una risa al escucharla...por dentro le provocaba gran alegría escuchar eso...denuevo sentía que era capaz de todo, que podía volar y nada malo podía opacarlo...la tomó fuerte de la mano...entrelazó sus dedos con los de ella y la abrazó...

Sonrió. Nunca había podido usar su idioma madre con nadie. Le alegraba poder usarlo con su 'alma gemela'. Rió interiormente ante la descripción que usaba para Asgorath. Alma gemela. Media naranja. Sonaba tan cursi, tan cliché. Pero al mismo tiempo tan cierto. Que no lograba comprenderlo del todo. Levantó el rostro, mirando a Asgorath por unos segundos. Le sonrió, besando su otra comilla.

Notó la risa de ella...hizo un gesto de curiosidad.

- ¿Qué ocurre..? - dijo ríendo un poco, aunque desconocía también la causa

Escuchaba, un raro dialecto gracias a sus orejas de neko, siguiendo su melodia, se acerco hacia donde estaban dos raras personas, abrio los ojos, se podia ver una mirada triste y dolorosa en el, al mirarlo lo mas triste y oscuro de sus pasado podia revivirlo en un segundo, cuando el neko los vio de cerca, dejo de tocar, y dijo
Veo que se llevan muy bien, pero que es ese raro dialecto con el que se comunicaron hace rato?

- Nadap -dijo, manteniendo su sonrisa para Asgorath- . Es que eres hermoso...

Al sentir la melodía más cercana, desvió la mirada hacia el suelo. Pudo observar a un neko de cabello azulado. Y una mirada opacada por la tristeza. Se quedó en silencio unos segundos, mirándolo. Hasta que éste dejó de tocar. Sonrió al oírlo. Se notaba que Asgorath y ella se llevaban bien. De maravilla. Porque eran el uno para el otro. Y aún con una sonrisa, respondió amablemente a su pregunta.

- Es mi idioma natal... Latín antiguo

Hizo una sonrisa llena de vida, de satisfacción. Todo era al estar con el amor de su vida...de repente escuchó otra voz interrumpiendo el aire. Giró su mirada y allí estaba un neko, con una mirada un tanto extraña. Era el culpable de la melodía que se escuchaba. Un tanto melancólica, dejaba mucho a pensar de su vida, del que la componía. Respondió junto con Naisha la pregunta que se le presentaba.

- Antiguo idioma de los Altos Elfos, de Quel' Thalas - respondió con amabilidad

apago su sonrisa, dijo interesante, no sabia que existia esa lengua todavia, diganme algo ustedes se aman?, dijo de forma dolorosa expresando su falta de amor en su vida...