Después del puerto...

- Neee, siempre dices lo mismo... - comentó. - Que te mato dejándote sin oxígeno, que ahora casi te mato por cosquillas... ¿de qué quieres morir ahora? - le preguntó, para luego besarlo en los labios profundamente.

Spoiler:

- Esque tu me matas, Kasumi -le sonrió, después siguiendole el beso.-

Un poco después, cortó el beso, para dase la vuelta. Konoe quedó encima de Kasumi.

- Que te parece si esta vez te mato yo? -la volvió a besar profundamente.-

Spoiler:

Sintió cómo ella quedaba abajo de él y se sonrojó un poco. Escuchó su pregunta y rió un poco entre besos. Se separó un segundo de él para respirar y responderle.

- Supongo que pudes intentarlo... - le dijo y lo volvió a besar.

La seguía besando, añadiéndole cada vez más profundidad y pasión. Un poco después, se acercó a su cuello comenzando a besarlo suavemente, evitando hacer algún tipo de marca...

Su repiración comenzaba a hacerse cada vez más audible y seguida. Sentía que el aire podía acabársele pronto, a pesar de que no lo estaba besando.

Sintió un cosquilleo en su cuello. Oh, no, el cuello no. Kasumi tenía el cuuelo extremadamente sensible y si a él se le ocurría...

Sintió un beso. Luego otro. Suaves, incluso podría decirse que tiernos... Soltó un jadeo levemente audible. Si Konoe tenía su colita muy sensible, pues ella tenía el cuello.

Sonrió moviendo la colita con complacencia , pudo oír su leve jadeo. Había encontrado su punto débil, perfecto para una venganza.

Entonces, le lamió el cuello, combinándolo con los besos.

Volvió a jadear. Esto de los besos la estaba volviendo loca.

- Neeee... - comenzó, agitada. - Konoe... - jadeó de nuevo. - Esto... es... - no podía completar una frase. - es... muy... - sintió su lengua en su cuello y gimió. Esto era demasiado. Respiraba agitadamente, no, no podía con esto. Era... se sentía... demasiado.

Esa sensibilidad se estaba convirtiendo en una bendición y una maldición a la vez.

Kasumi tenía una increíble sensibilidad en el cuello. Su ''pequeña'' venganza estaba resultando. Demasiado divertido, aunque, con un poco más sería suficiente.
Siguió lamiendole su suave cuello pálido...

Seguía respirando agitadamente. Dios, sentía que eso no tenía fin. La ponía... demasiado. Y de repente, se le ocurrió una idea. Acercó sus labios a la oreja de este.

- Konoe... - murmuró su nombre, jadeando. Se mordió el labio. Sintió otro lamido en su cuello y gimió en su oido. - Konoe... - volvió a murmurar. Quizá así, ella podría volver a recuperar el control.

Que Kasumi dijese su nombre de aquella manera era demasiado para él... Dejó de lamerle el cuello. La miró. Respiración agitada. Mejillas sonrojadas. Le gustaba verla así..

- Quieres que siga...?

Se mordió el labio, intentando fracasadamente controlar su respiración. Al menos el control ya no lo tenía él.

- Sí, pero... - comenzó. Puso sus manos en el pecho de él y lo empujó, al lado, poniéndose ella encima esta vez. La bata de él se había abierto un poco en su pecho, por el ajetreo. - Yo quiero seguir. - le dijo, sonriendo de lado, besándole el cuello, mordiéndolo suavemente de vez en cuando.

Lentamente comenzó a bajar a su pecho...

Kasumi le robó el control. Los repentinos cambios de papeles le gustaba.
Se dejó hacer. Los besos y mordiscos que sentía en el cuello eran y le hacían sentir...algún tipo de excitación...

Le gustaba haber retomado el control. Le gustaba verlo algo... excitado. Le gustaba él, aunque era un poco difícil que lo dijera en voz alta. Redujo sus colmillos, para no hacerle daño... al menos no mucho.

Vio cómo respiraba agitadamente, igual como ella lo hacía hace tan sólo pocos minutos. Sonrió. Volvió a sus labios y lo besó. Le gustaba mucho besarlo. Subió más y le lamió el contorno de sus orejas. Sabía que tenía sensibilidad alta ahí.

Y quería ver cómo se ponía.

No...las orejitas... otro de sus puntos débiles....Cerró los ojos con fuerza, poniéndose las manos sobre la boca, para evitar emitir ruidos que le dijeran a Kasumi que lo estaba disfrutando y lo excitado que se ponía...

Bajó a su rostro y vio cómo se tapaba la boca. Rió suavemente.

- ¡Eres un orgulloso...! Neee, tú me escuchaste... - le recordó, algo sonrojada. - Y yo quiero escucharte a ti también. - dijo con una sonrisa, tomándolo de ambas manos. Las subió hasta arriba de su cabeza, así ya no se podría tapar la boca.

Se acercó a su oído y sonrió.

- Voulez-vous coucher avec moi? - murmuró lenta y seductoramente en sus oídos para volver a lamerle y besarle su orejita.

Sonrió por su proposición.

- Oui... -le contestó, para darse la vuelta con ella, quedando él encima, de nuevo.

La besó por unos segundos, después en el cuello. Le desabrochó la bata, dejándola abierta. Bajó sus besos del cuello a su pecho, también lamiéndolo....

Él había retomado el control. Bueno, dejaría que él lo tuviera por ahora. La besó de nuevo en el cuello, y ella sorió. Su rostro cambió a uno de sorpres y muy sonrojado cuando sintió que le abrió la bata.

Sintió que bajaba sus besos a su pecho. Gimió. Comenzó a murmurar, jadeando. Le gustaba mucho. Le hacía sentir cosas... muy nuevas. Y se sentían bien, dicho sea de paso. Le gustaba. Gimió de nuevo.

Estúpido neko que le hacía sentir tantas sensaciones.

Spoiler:

Pusó una sonrisa traviesa al oír cómo gemía y sus jadeos...Siguió lamiendole en el torso. Su lengua recorría su piel...era suave y cálida..
Mientras, con la mano derecha comenzó a acariciarle una pierna, subiendo cada vez más...hasta que llegó a sus genitales dándole suaves caricias...

Eso era más de lo que ella podía soportar. Comenzó a gemir más seguido y más alto. Todos los músculos de su cuerpo se tensaron al sentir las caricias de él en esa parte. Esta vez comenzó a gemir su nombre constantemente.

- Estás... estás... comenzando un juego... peligroso, neko... - logró decir, con la respiración agitada, logrando que él la mirara a los ojos.

La miró a los ojos.

- Pues...creo que correré el riesgo... -le sonrió.-

No detuvo su tacto en los genitales de Kasumi, mientras que lamía su cuello. Donde de apoco, subía lentamente, lamiendole desde el cuello a la garganta, después al mentón y luego, la besó en los labios.

Su respiración comenzó a calmarse un poco cuándo él la besó en los labios. Siempre lograba calmarla. Lo besó de vuelta, y al separarse sonrió.

Ahora era su turno.

Cambió posiciones rápidamente y comenzó a besar, morder y lamer su cuello. Quitarle la bata, como él le hizo a ella fue cuestión de un par de segundos. Pronto bajó hacia su pecho y comenzó a hacer lo mismo, probando el sa sabor de la piel de su neko, que ahora estaba tan agitado como ella hace unos minutos. Siguió bajando a su abdomen, y se quedó ahí bastante tiempo, lamiendo su estómago plano, mordiéndolo de vez en cuando.

De nuevo, cambiaron de posición y Kasumi, le había robado el control justo cuando más se divertía...Se dejó hacer, volvería a tomar el control.

Ella comenzó a lamerle..sentía como si quemara el tacto de la piel con la lengua... Podía sentir como se sofocaba por dentro...dejó escapar algunos leves gemidos, esta vez, no se taparía la boca. En lugar de eso, puso su mano derecha sobre la espalda de Kasumi,así acariciandola. Mientras que la otra, la puso sobre uno de los glúteos de Kasumi.

Le gustó sentir cómo la acariciaba en la espalda. Siguió lamiéndole su abdomen, y mordiéndolo. Comenzó a bajar hasta la parte más baja de su abdmen se quedó ahí un rato. Sabía que él pensaba qué pasaría a ocntinuación. Sin embargo, sonrió, y lo volvió a besar en los labios.

Le había causado gracia la idea de entusiasmarlo con una supuesta idea y luego desecharla.

Le respondió el beso. Cuando la falta de oxígeno llegó lo cortó, la miró y le sonrió.

- Pues...si no lo haces tu...tendré que hacerlo yo... -le dijo, para de nuevo, cambiar posiciones, quedando Konoe encima de Kasumi.

Despues, volvió a besarla en los labios, bajando hasta el cuello. Recorriendole con la lengua el pecho, el estómago, el abdomen...hasta llegar a su sexo, donde comenzó a besar y lamer suavemente...

Se mordió el labio fuertemente para evitar soltar un sonido muy fuerte. Nunca pensó que él lo iba a hacer con ella. Comenzó a gemir mordiendo fuertemente su labio inferior.

Dios, si ese neko seguía así terminaría dándole un paro cardiaco o... . Detuvo sus pensamientos y cerró los ojos fuertemente. Él le hacía sentir demasiadas cosas y sintió que eso estaba comenzando a hacer efecto... Sintió que en cualquier momento iba a derramarse.